viernes, 15 de mayo de 2015

Agresividad, Sumisión y Asertividad

Es de mucho provecho para nuestras vidas conocer la importancia de estos tres términos.
La Agresión a aquel acto o ataque violento que tiene la firme intención de causar daño a quien va dirigido.
La agresión es de alguna manera un acto que se contrapone al derecho del otro.

Lo que se buscará con una agresión será provocarle un daño a aquella persona a la cual se dirige la misma. Entonces, una agresión, tradicionalmente, reúne estas tres características: intención de generar daño, provocación de daño real y una alteración del estado emocional en el caso del individuo que promueve la agresión.

La agresión podrá ser verbal o física, aunque lo común es que una venga de la mano de la otra. La verbal es muy común en el caso de aquellos individuos abusadores, por ejemplo, quien golpea a su esposa, seguramente, comienza la agresión de manera verbal, insultando o menospreciando para luego pasar a la acción con un golpe.

Las causas de la agresión las podemos encontrar en factores internos o externos a la persona, por ejemplo, el consumo de alcohol puede volver muy agresiva a una persona que no lo es cuando no está bajo los efectos de este, o bien, los cambios emocionales, tales como depresión o neurosis. Pueden ser los disparadores de una agresión.

La sumisión es sometimiento de alguien a otra u otras personas. Sumisión es también acatamiento, subordinación manifiesta con palabras o acciones.

Los cuatro pensamientos típicos que caracterizan las personas sumisas son:

Los derechos de los demas son más importantes que los míos.

No debo herir los sentimientos de los demás ni ofenderlos, así yo tenga la razón y me perjudique.

Si expreso mis opiniones seré criticado o rechazado.

No sé qué decir ni como decirlo, no soy hábil para expresar mis emociones.

Con esta manera de pensar es natural que sientan miedo y ansiedad. Así como rabia debido a su incapacidad y culpa, además de un sentimiento de minusvalía (no sirvo para nada) que los lleva a depresión.

El miedo a hacer el ridículo hace que se comporten de manera poco expresiva y apocada, con bloqueos frecuentes. Y como consecuencia la gente no lo respeta.

La asertividad según el libro de Walter Riso Para no dejarse manipular por ser asertivo nos define este término como ser capaz de ejercer o defender los derechos personales, es decir expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular como haría una persona sumisa, y sin violar los derechos de los demás como hace una persona agresiva.

Las cuatro razones de porque es bueno ser asertivos:

La asertividad fortalece el amor propio y la dignidad: para exigir respeto debo quererme y sentirme digno de amor. La dignidad personal es el reconocimiento de que somos merecedores de lo mejor.

La asertividad permite una mejor defensa psicológica y nos hace seguros: cuando somos asertivos se reduce la discrepancia entre el yo real y el yo ideal. La conducta asertiva genera una retroalimentación que nos dice Fuiste Capaz.

La asertividad facilita la libertad emocional y el autoconocimiento: nos ayuda a enfrentar aspectos negativos en el futuro.

La asertividad ayuda a resolver problemas y mejora la comunicación.

Para ser asertivos debemos tener nuestras metas claras, pues de lo contrario tu comportamiento perderá fuerza y dirección.

Para alcanzar un equilibrio entre ambos extremos, sumisión y agresividad, lo más indicado es tratar de tener una conducta asertiva. En pocas palabras: acostumbrarnos a decir lo que sentimos y pensamos en el momento adecuado, con las palabras apropiadas y sin aprovecharnos de los demás



Frase:
Muchos de nosotros no podemos satisfacer nuestras necesidades, porque decimos "sí", cuando deberíamos decir "no"

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